jueves, 10 de septiembre de 2015

La Casa de los Tilos

Alice era redactora de el periódico  Boston Herald, tenía treinta y dos años y su vida se reducía a un trabajo que le apasionaba, tenía una columna semanal sobre moda, cultura  y eventos en la ciudad. 
Conocía a mucha gente del mundillo, pero en la actualidad no mantenía ninguna relación seria, de vez en cuando algo de sexo con algún compañero o incluso con algún desconocido pero nada más.
En el mes de noviembre, su redactor jefe la sorprendió encargándole un reportaje sobre una ciudad cercana, quería un artículo sobre hechos acontecidos a primeros del siglo  XX  por lo visto en aquella época se sucedieron varios sucesos extraños relacionados con una antigua casa de reposo.
El lunes cogió su coche y se dispuso a recorrer las veinte millas que la separaban de la ciudad de  Lexington, un atractivo y pintoresco pueblo con históricas casas y tabernas, reservó una habitación en un hotel céntrico, se dirigió a la Biblioteca pública para buscar información sobre una casa de reposo abierta en mil novecientos veinte llamada" Casa de los Tilos".
Miró en la hemeroteca y encontró alguna información inconclusa sobre algunos hechos acontecidos en dicha casa de reposo, como la desaparición de una joven pintora llamada Ingrid, la muerte en extrañas circunstancias de un joven de familia bien llamado Charles, y el repentino cierre de dicha casa a finales de mil novecientos cincuenta y cinco, cuando hubo una huida masiva de internos y el asesinato de varias enfermeras de la clínica, nunca se encontraron a los culpables y hoy en día el caso estaba aún sin resolver.
Salió de la biblioteca confundida por lo que había encontrado, pensaba que la historia no sería tan interesante, pero intuía que si lograba tirar del hilo adecuado la historia se complicaría y tardaría más de lo que hubiera imaginado en un principio en resolver tantos cabos sueltos.
Entró en una cafetería del centro y se pidió un café, mientras se lo servían llamó con el móvil a Eric un compañero documentalista con el que se llevaba bien, para pedirle un favor, necesitaba que se pusiera en contacto con sus amigos de la policía para saber lo máximo sobre el caso abierto de "la Casa de los Tilos". Eric era hijo de un famoso inspector de Boston y conocía a un montón de compañeros de su padre, dos horas más tarde le mandó por email toda la información que había podido recabar.
Ingrid era una joven que fue ingresada por tuberculosis, en aquella época algo nada raro ya que  no era raro que  compartieran espacio los tuberculosos con los enfermos mentales en algunos de estos centros.
Fue en mil novecientos cuarenta y ocho,  cuando Ingrid que llevaba seis meses ingresada, una tarde salió a pasear por los jardines de la casa y  al anochecer se dieron cuenta de que no se encontraba en su habitación, los cuidadores se desplegaron para buscarla y al no encontrarla, dieron parte a la policía. Hubo una batida con perros, pero no lograron nada sólo encontraron su ropa ensangrentada y al registrar su habitación, unos cuadros enigmáticos en los que aparecía un hombre sin rostro, y una mujer escondida en un rincón de la habitación, lo cierto es que quien los había visto decía que resultaban aterradores.
Al año de este suceso, un joven llamado Charles que fue ingresado en la Casa de reposo por una depresión severa acompañada de varios intentos de suicidio, fue hallado muerto en su habitación, la extraña muerte aconteció una noche y a la mañana siguiente lo encontraron con los ojos ensangrentados y una expresión de horror en su cara, ningún médico fue capaz de diagnosticar la causa exacta de su muerte sólo coincidieron en concluir que parecía un ataque al corazón ocasionado por un miedo extremo. También al registrar sus pertenencias encontraron unos dibujos inquietantes de un hombre sin rostro.
Pero lo más inquietante fue el motivo que propició el cierre de dicha institución, corría el año mil novecientos cincuenta y cinco y las noticias espeluznantes de la "Casa de los Tilos", se sucedían entre los internos que habían logrado salir, y algunos trabajadores que ya no trabajaban allí, todos coincidían en la extraña figura del director, el doctor Lewis, hay quien decía que lo habían visto deambular por la noche por el centro y oído unos lastimeros gemidos a su paso, que se estaba volviendo loco porque había perdido a su esposa en un trágico accidente y su única hija había quedado desfigurada y con sus facultades mentales mermadas a consecuencia del suceso vivido. Hay quien aseguraba que era ella la que había matado a su madre, arrojándola al vacío desde un balcón de su señorial casa, cayendo ella también al jardín tras su progenitora, lo cierto es que también se encontraba ingresada en el momento en que acontecieron los hechos.
El trece de Abril, las puertas de hierro de la casa de reposo fueron encontradas abiertas de par en par por los enfermeros que se incorporaban a su trabajo, y el espectáculo que presenciaron fue espeluznante y demoledor, en la entrada encontraron a dos cuidadoras asesinadas a puñaladas en su gran charco de sangre, y al entrar al pabellón de las habitaciones de los internos, descubrieron que por lo menos cinco de ellos habían desaparecido, entre ellos la hija del doctor Lewis, Rose Mary.
Después de casi un año de búsqueda infructuosa de los internos desaparecidos, y cuando ya habían agotado casi todas las vías de investigación, decidieron cerrar el caso sin haber conseguido nada, en los informes aparecían los interrogatorios y los sospechosos del momento y como el Estado había decidido cerrar el centro a finales de ese mismo año.
Alice se sorprendió de la declaración de una trabajadora del centro que no fue tenida en cuenta, la señora Emily Strauss.
Hizo sus cuentas y calculó que ahora tendría noventa años, y decidió averiguar si seguía viva y aún residía en  Lexington. Acudió al Ayuntamiento y en el censo encontró lo que buscaba, la dirección de Emily.
A la mañana siguiente se plantó en su casa sin saber como sería recibida y si la enfermera querría hablar con ella, cuando tocó al timbre de la puerta, le abrió una señora de unos cincuenta años, era la hija de Emily, Patricia y le comunicó que su madre estaba muy mayor y que no sabría si podría ayudarle ya que a veces tenía lagunas de memoria propias de la edad. De todas formas, la invitó a entrar y la acompañó al salón donde se encontraba su madre, al entrar vislumbró la silueta de una anciana menuda y vivaracha que tejía una bufanda de lana a la luz de la ventana, se presentó y la anciana dejó a un lado la labor y la miró en silencio, luego sobresaltada, la llamó Rose Mary, algo que Alice no llegó a entender.
Patricia la dejó con su madre mientras fue a preparar un té, y entonces Emily le preguntó:  ¿ porqué has venido?, ¿Creí que no volvería a verte? ¿Vienes a llevarme contigo?
Cuando Alice se percató de que la estaba confundiendo con la hija del doctor Lewis, decidió hacerle algunas preguntas.
Emily, ¿se acuerda de lo que ocurrió en la  "Casa de los Tilos" , Emily la miró en silencio y luego le contestó con la mirada perdida en un ayer lleno de recuerdos, ¿y tú me lo preguntas?, tú estabas allí, ¿ya no recuerdas que tu padre se volvió loco cuando te vió besarte con uno de los internos y la emprendió a cuchilladas con todas las personas que  encontró a su paso. Aquello fue demasiado para él, después de años protegiéndote de tí misma de lo que le hiciste a esos desgraciados, descubrió que tu depravación no tenía límites y decidió acabar con todo.
Alice salió de allí algo desconcertada, pero con todos los datos para escribir el artículo de su vida.

                         

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