martes, 4 de febrero de 2014

Coraje

Lucía se levantó una mañana como tantas, y después de ducharse, comprobó en el espejo del baño que ese pequeño bulto que le había salido en el pecho, estaba un poquito más grande.
Decidió que no  podía dejarlo más, hoy sin falta pediría cita. A la semana estaba en la consulta del médico, haciéndose una mamografía.
Decidida y fuerte no le contó a los suyos lo que le pasaba, total para qué preocuparles si no tenía aún los resultados. 
Pasados unos días recibió una llamada del hospital. Con los nervios instalados en el estómago, emprendió el camino hacia la consulta, y en la sala de espera dejó volar su imaginación, pensó en todo y en todos,  en ese momento la enfermera le indicó que podía entrar.
Cuando entró la recibió la doctora Susana, que se sorprendió al verla sola, y le preguntó si no había venido con Javier, ante estas preguntas, Lucía empezó a sentirse más preocupada y fue entonces cuando la doctora le confirmó que tenia un tumor en el  pecho y que era imprescindible operar lo antes posible.
Después de preguntarle todo lo que le parecía importante, salió de allí.
Asustada y con lágrimas en los ojos ,vagó un rato sin rumbo, pero pasados unos minutos decidió que debía contárselo a su marido.
Quedó con él para tomar un café y en la terraza en la que estaban, le cogió de la mano y le dijo que fuera fuerte que lo necesitaba entero y a su lado para luchar juntos contra el cáncer que le habían detectado. Acercó su cabeza a la de él y se abandonó en sus brazos, mientras un llanto incontrolado la hacía temblar como una hoja, fue el único momento de debilidad que se permitió en todo el proceso.
La operaron y sólo faltó al trabajo los días de la operación, siguió dando sus clases, y los que la conocemos sólo nos enteramos con el tiempo que había tenido un cáncer de mama y que lo estaba superando, ni siquiera la quimioterapia le cambió el humor y en ningún momento dejó que nadie nos diésemos cuenta de lo que estaba pasando. Cuando después hablé con ella, me dijo, que sí, que al principio se asustó mucho, pero que luego comprendió que esto no podría con ella, era joven y tenía muchas cosas por hacer, nunca tuvo una actitud negativa y que gracias a eso logró superarlo, porque querer es poder y ella quería. Mi admiración y mi homenaje para esta valiente mujer y mucha actitud positiva para las personas que están pasando por este trance en un día tan señalado como hoy.



                             

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