lunes, 17 de febrero de 2014

Negros presagios

Miraba tras la ventana como las gotas de lluvia golpeaban el cristal, y el viento implacable mecía con violencia los árboles del jardín. Parecía que los elementos se habían confabulado para unirse a sus negros presagios. Llevaba toda la tarde nerviosa, la inquietud no la dejó tranquila ni un momento, le fue imposible sentarse un rato para leer un libro o simplemente disfrutar de un buen disco.
Ensimismada en sus pensamientos, el ruido de la puerta la sobresaltó, Luis entró como un vendaval, soltó el maletín y la gabardina en el sillón, mientras maldecía el tiempo y le daba un presuroso beso en los labios.
Se acercó al bar y se sirvió una ginebra , mientras le pedía que me sentara en el sillón, tenían que hablar de algo importante.
- Laura comenzó diciendo, sé que estas últimas semanas he estado un poco distante contigo, pero en el trabajo he tenido problemas, se rumoreaba que habría traslados y al final me han nombrado  director general de la filial de París, la próxima semana debo de estar allí,ya me han buscado un hotel.
Estupendo, estoy harta de esta ciudad, será emocionante cambiar de aires, conocer un nuevo país, y gente nueva.
Luis encendió un cigarrillo y tras expulsar varias bocanadas de humo, la miró directamente a los ojos y le dijo, lo siento querida, pero tú no vienes, me voy solo.
¿Y eso?
No te hagas la tonta Laura, hace tiempo que sé lo tuyo con Iván,y ahora es el momento idóneo para empezar una nueva vida lejos de aquí.
Pero Luis, que estás diciendo, ¿Iván?. ¿qué Iván? yo no conozco a nadie con ese nombre, eso decís todas, pero en el fondo  sois iguales, a la mínima de cambio, termináis engañándonos.
Luis se acercó a Laura,  le agarró el cuello y empezó a apretar, ella en ese momento recordó aquella llamada de la semana anterior, en la que una mujer la advertía de que no todo en su marido era tan idílico como parecía que él también tenía un pasado , después perdió el conocimiento.......

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario